Un japonés en Gros llamado Elosta - Honest San Sebastián

La comida japonesa presume de ser ligera y saludable, así que en esta época de revertir los excesos cometidos es una opción ideal.

El Sushi Bar Elosta, a pesar de esconderse tras un nombre y fachada de lo más euskaldunes, tiene sin embargo una carta mayormente nipona que conserva, eso sí, ciertos aires vascos así como de la extensión peruana. Nos encanta, aquí van los motivos:

Estética limpia acompañada, muy importante, de una limpieza real. Todos sabemos que un sushi bar puede conllevar prisas y la limpieza a veces deja algo que desear pero aquí todo está impecable. Punto elemental y a favor.
Original. Aquí no se encontrará un sushi hecho en serie listo para engullir, sino un producto que se disfruta primero con la vista gracias a su cuidada presentación y luego se degusta por la delicadeza de sus ingredientes. Gyozas con un punto muy fino, uramakis y tiraditos muy trabajados son ejemplo de ello.
Producto de calidad. Además de los habituales como el salmón o el pez mantequilla, por la carta se dejan ver productos más nobles de la lonja tales como ostras o carabineros. Por supuesto son de la mejor calidad y frescura.
Personal amable, profesional y colaborativo, algo muy necesario cuando surgen dudas. Y no es un asunto baladí, porque en esta ciudad hemos sufrido los borderíos y humores mustios por parte de otros restaurantes japoneses durante años.
Una carta de vinos, cervezas japonesas y opciones geniales entre sus postres hacen que no eches nada en falta de la experiencia. Ni te quedes con hambre, la famosa excusa de los tragaldabas cuando se enfrentan a esta cocina.
Precio carete, vale, fácilmente se llega a los 50€ por comensal, pero por norma general los restaurantes japoneses suelen resultar poco económicos y este en particular, por los motivos que ya hemos dado, justifican de sobra el desembolso. Al menos uno no sale ofendido porque haya encontrado deficiencias.