Debo reconocer que hasta hace unos años no era demasiado fan del txakoli, un vino que siempre se había asociado a txikiteros en su ruta diaria por los bares de cualquier casco urbano. Sin embargo, en los últimos años este blanco se ha visto revalorizado con la entrada de nuevas técnicas y clases de uva francesas como son la Gros Manseng, la Petit Courbu y Chardonnay, que, unidas a las originales Hondarrabi Zuri y Beltza está dando unos resultados más que dignos. En el caso de Gaintza, su Aitako está siendo premiado con varias distinciones. Para este año tan atípico que nos toca vivir, visitar una bodega puede ser una idea…