Elkano 1964: El mejor rodaballo en Getaria

Si ir a Getaria sugiere per se la idea de comer buen pescado, ir al restaurante Elkano significa conocer lo sublime en dicho campo. Siendo como es el único del pueblo que cuenta con estrella Michelin, es de suponer que Aitor Arregi y familia se lo han trabajado para conseguirlo. Distanciado a escasos metros de la calle principal donde se encuentran otros conocidos asadores -nos referimos a la concurrida calle Nagusi y la plaza Katrapona– el Elkano ocupa dos pisos de un edificio con vistas situadas entre el Ayuntamiento y la entrada al Museo Balenciaga.

Como novedad, este año se ha abierto por fin la terraza del piso superior, algo por años solicitado por la clientela pero que hasta esta situación peculiar de pandemia no se había podido materializar. Y en dicha terraza tuvo lugar esta comida, disfrutando al aire libre y bajo buena sombra, probando algunas de sus maravillas, tales como el salpicón de bogavante, de una textura finísima, el txangurro al horno, que nos recordó al otro fabuloso que preparan en Rekondo y por último, el rey de los mares y al que tratan como tal, el rodaballo a la parrilla.

Habíamos escuchado alguna opinión acerca de la preparación de dicho pescado. Hay a quien se le hace regulero o poco hecho por estar acostumbrado a que le den más caña en la parrilla, pero sinceramente, aparte de ser una cuestión de gusto, también es cierta carencia de conocimiento, puesto que la gracia de un buen rodaballo son sus dos clases de grasa y que le otorgan su personalidad, esto es, las que le dan sus pieles blanca y negra. Y eso, queridos, tiene un punto exacto que no debe sobrepasarse para no cocinarlo demasiado pero tampoco dejarlo crudo. Quien conozca el Asador Etxebarri sabrá que una vez encuentras ese equilibrio en el paladar empiezas a valorar el buen tratamiento a los alimentos, sin sobrecocinarlos ni sobresaborizarlos, algo que aplica especialmente a carnes y pescados porque exige máxima frescura de género y rigurosidad al cocinado.

Para regar todo ello, había páginas y páginas de vinos a escoger, pero estando en Getaria lo suyo es el txakoli local. La elección fue Gañeta Berezia de 2018, suave y aromático para maridar tanto producto sacado del mar.

Precios: Una media de 150€ por comensal. Rodaballo aprox 90€/kg, pero insistimos, la experiencia es diferente a la que ofrece la competencia.

Consejo: Un día soleado y concurrido puede costar bastante aparcar el coche, ya que medio pueblo tiene las plazas destinadas a residentes. Si no quieres que te lo lleve la grúa sólo queda probar suerte en el puerto, puesto que no hay parking privado.